ACERCA DE MÍ.

 

Mi nombre es Magaly Palominos, chilena,  cristiana, madre de 2 hijos.

«Y habito en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver y no ven, tienen oídos para oír y no oyen, porque son casa rebelde» dice Jehová…

Conocí a mi salvador y redentor  hace exactamente once años atrás, cuando viví una experiencia dolorosa que transformo mi vida.

 Fui internada de urgencia en el Hospital  Clínico de  la Universidad  Católica en Santiago, un síndrome vertiginoso supuestamente, debido a un tumor cerebral.

Luego de  haber estado hospitalizada una semana y después de muchos exámenes  y habiendo sido examinada por un sinnúmero de médicos  fui dada de alta sin diagnóstico.

 Salí en silla de ruedas y con mis piernas deformadas. El dolor y la impotencia de los míos, hicieron que  buscaran  otras alternativas y  fue en esas circunstancias en que fui llevada a un templo evangélico, en donde por obra divina luego de varios ungimientos (imposición de manos) recuperé mis piernas y volví a caminar.

  Recuperé poco a poco mi vida, porque tuve que aprender entre otras cosas a caminar sola, sin afirmarme, aprender nuevamente a conducir un vehículo, a recuperar mi esencia, porque había olvidado   en qué ocupaba mi tiempo cuando estaba sana.

   Sin embargo, desprecie el milagro que  Dios había hecho  en mí vida  y envés de convertirme a Cristo de corazón, lo ignoré.

  Tiempo después fui llevada al templo  en peores condiciones que la primera ya que perdí el camino y me vi enfrentada a una lucha entre el bien y el mal,  y  esta vez  con la ayuda de  DIOS misericordioso,  con la de mi pastor y de los hermanos, fui liberada.

 Fue allí en esos momentos tan angustiosos en que le ofrecí mi vida al Señor a cambio de mi salvación,  y comprendí  definitivamente que no había otro camino y  que por segunda vez  Dios me estaba llamando a su servicio y esta vez debía obedecer.

  ¿Por qué me resistía? Sencillamente,  porque yo  nací en una familia profundamente católica de asistir todos los domingos a misa, toda mi educación fue en colegios católicos. Fui  durante 36 años, partícipe de ella. Conozco de memoria la misa y lo único que conocía de la Biblia era el Nuevo Testamento en especial los evangelios , la vida de Jesús.

Pero, por más que trataba de sentir algo especial, nunca logré conectarme del todo, nunca entendí, porque Jesucristo hizo lo que hizo, cuál era  el plan inicial del padre, de dónde venía este pueblo, hacia donde íbamos, que esperábamos, cuáles eran las señales de los últimos tiempos, en fin no conocía nada y rezaba y rezaba y el vacío seguía allí…

Me avergonzaba tener que ser evangélica, tal vez por una condición social, sin embargo ,también pensaba como muchos  que son  unos locos fanáticos.

 Sin embargo, comencé a participar poco a poco en los servicios y a leer la Biblia, la palabra fiel y verdadera .Descubrí  un mundo desconocido para mí.

Conocí  y comprendí   las verdades que jamás nadie me había contado, me enfrente y me sumergí en un mundo maravilloso del cual quería ser partícipe y conocer al ser que tuvo misericordia de mí y que definitivamente  trasformaría y revolucionaria mi vida para siempre

He aprendido que lo que transforma al hombre , no es la religión, sino que la doctrina cristiana , la  palabra de Dios.

El error que cometemos es fijarnos en el sacerdote o en el pastor, cuando la verdadera y real  esencia,  es Jesús.  Cuando aprendamos que esa es nuestra meta, y no el que está de paso ,seremos exitosos en nuestra búsqueda y llegaremos a la verdad.

Hoy día, las personas están vacías, buscando un rumbo y siempre carente de algo en su alma, y es por ello que Dios dijo:  «No solo de pan vivirá el hombre ,sino de  toda  palabra que sale de la boca de Dios».

Aún estoy creciendo, tengo mucho que aprender y estoy en un proceso de cambios.

Dios esta terminando de ordenar mi vida. Dios nos llama tal cual somos, por el camino nos va trasformando y nos va enseñando a ser mejores. Todos tenemos muletas, defectos, aguijones en la carne, pero el nos ama, tal cual somos.

Los hombres somos  los que ponemos  las trabas. DIOS mira la intención de tu corazón, solo él conoce, nadie  mas que El y nosotros .

No estamos aquí para juzgar , estamos para llevar luz y esperanza.

 No contare nada de mi vida privada, en que puede cambiar si le digo que soy dueña de casa  o ingeniera, si soy flaca gorda o morena, da lo mismo. La esencia es el espíritu y el hombre mira la carne, yo no quiero que miren la carne.  Lo espiritual se discierne en el espíritu, lo demás es cáscara.

DIOS me ha escogido para trasmitir un aviso, un mensaje. No soy diferente al resto, soy igual que usted, tan normal, como cualquier mujer, solo que se me encomendó una misión  y estoy obedeciendo.

Creo que he estado hablando mucho  acerca de mí, pero déjeme preguntarle , si usted cree que esto no es de Dios, entonces respóndame:

 ¿Qué he estado haciendo en  mi vida ?